Valiéndose de su estructura ausente la prisa arremete en contra de la vida que llevo, donde están los sueños y las promesas que alguna vez oí por ahí, en que quedo el mundo de fantasía que plantaron frente a mi las personas mayores, en donde esta la familia que busco, los hermanos que no pedí y los hijos que no tengo, donde esta mi casa de un amarillo arcilloso con su abeto en frente y un perro blanco, donde esta la maldita razón que tengo en todas las cosas que no conozco, el tiempo me persigue o quizás yo lo persigo a el, y las promesas de entonces ya no están, ya son, ni nunca lo fueron, en que momento creí en la utopías que mis padres quisieron para mi. Se les habrá pasado por la cabeza alguna vez que el niño se hace adulto y los sueños se van y en su lugar queda un vacío gigantesco que es muy difícil llenar, no lo creo. la inconciencia de tratar de hacer a los hijos “ exitosos” hacen de la niñez un pasar de fábulas e historias fantásticas que suplen una realidad terminante, pero que pasa cuando los castillos que tienes se desmoronan y las fantasías se vuelven realidad………………..nadie lo piensa cierto? Es hora.

Neo....